viernes, 21 de octubre de 2016

                                                               
               ARTES VISUALES DE EL SALVADOR


PRECOLOMBINO

En un principio El Salvador estuvo habitado por grupos de personas que se llamaban Paleo-indios. Uno de los lugares donde han dejado huella es en La Cueva del Espíritu Santo.

En el lago de guija, se encuentra también marcado lo precolombino; en ese lugar se pueden encontrar Piedras Labradas.


Los petrograbados se encuentran en toda la orilla del lago, son presentaciones en piedras algo abstractas, donde se pueden contemplar figuras de animales, humanos y seres mitológicos. 


COLONIA
El tipo de arte que predominaba a el salvador en esta época fue el Barroco, también estuvo muy influenciado por la arquitectura, en el cual se podían observar en las iglesias.

Altar de Iglesia
Panchimalco.



Altar de iglesia 
Huizucar.


REPÚBLICA.
Después de la independencia de El Salvador fue desapareciendo el Barroco, tomando la batuta el Neoclasicismo. La razón fue porque el Salvador rompió los lazos con España, aunque no fue en su totalidad.

Juan Francisco Wenceslao Cisneros.


Fueron sus padres Juan Nepomuceno Cisneros y Dominga Guerrero. Sus inquietudes como pintor se mostraron desde joven, pero el país carecía de institutos de enseñanza artística. Gracias a un diplomático sudamericano que advirtió su potencial, y quien tenía como encargo representar a El Salvador en París, fue que Cisneros logró viajar como agregado de la delegación a los dieciséis años. 
En Francia recibió la influencia de los realistas, entre ellos Honoré Daumier y Gustave Courbet. Residió en el Barrio Latino, y estableció su taller con el apoyo de Maurice Gigoux. También conoció al pintor romántico Eugène Delacroix. En esta etapa alcanzó notable dominio de la litografía. 
Por otra parte, Cisneros participó en la política francesa, ya que se involucró en una conspiración contra Napoleón III, de cuya esposa, Eugenia de Montijo, hizo algunos retratos. Para 1853 viajó a Roma por influencia del mexicano José Sánchez Navarro, quien le encargó realizar reproducciones de obras clásicas.
Tras su estadía en Europa se estableció en Cuba, donde pronto se dio a conocer con su obra, hasta el grado de asumir la dirección de la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro de La Habana, en 1859. En esta ciudad introdujo la enseñanza con modelos vivos y también la teoría e historia del arte. De igual manera desarrolló una gran actividad artística que dejó plasmada en retratos, pinturas, dibujos, y caricaturas; así como participó de la vida intelectual de la urbe, ya que formó parte de diversas asociaciones culturales. Allí mismo falleció el pintor en el año 1878, lejos de su país natal del que siempre guardó nostalgia.
La obra de Cisneros se encuentra dispersa y es poco conocida. Entre ellas cabe destacar retratos de su amigo Manuel Gallardo, y se sabe que había obras de su autoría en el Palacio Nacional de El Salvador que sucumbió al incendio de 1889. Además, cuando supo del terremoto ocurrido en San Salvador en 1854, envió una copia de La transfiguración de Rafael Sanzio para que fuera vendida al clero y así ayudar a sus hermanos con el dinero obtenido.

Hijas de Lot.



PINTURA PATRIÓTICA.

Como la palabra lo dice, estas pinturas reflejan patriotismo de nuestro país El Salvador.

EXCAPRES

Luis Vergara Ahumada.


Luis Vergara Ahumada (La Serena, Chile, 8 de septiembre de 1917 - La Paz, Bolivia, 16 de enero de 1987) fue un pintor chileno. Realizó sus estudios en el Instituto Pinochet-Lebrún en la ciudad de Valparaíso y también en España en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. 
Viajó por varios países de América, en los que dejó su huella en importantes obras relativas a gestas históricas, tales como La Pedrada de Andrés Castro (1956), relativa a la Batalla de San Jacinto en Nicaragua, la cual se encuentra en el Palacio de la Cultura. Pintó otras obras de personajes particulares como el retrato de la nicaragüense Myriam Navarro de Novoa en Managua entre 1960 y 1966. Dicho cuadro sobrevivió el terremoto de Managua en 1972.
En El Salvador, Vergara pintó sendos cuadros entre los años 1957 y 1959 con la asesoría del historiador Jorge Lardé y Larín que representan importantes hechos y personajes de la época independentista, tales como: Primer Grito de Independencia, Firma del Acta de Independencia y El ocaso de un Sol, todas ubicadas en la ex Casa Presidencial de ese país. Las dos primeras obras han sido reproducidas en numerosas formas, ya sea en billetes, cromos, afiches y sellos postales. También en Colombia realizó un cuadro del presidente Marco Fidel Suárez. 
Sus padres fueron Pedro Alejandrino Vergara Cortez y Luisa Ahumada Martínez. En Chile contrajo matrimonio con Aída del Carmen Villarroel Busto, con quien procreó a dos hijos: Tristán e Isolda Vergara Villaroel; otro hijo del pintor es Luis Alejandro Vergara Arteaga, nacido en Nicaragua. 

Primer grito de Independencia
(Imagen de Excapres).

Firma de Independencia.
(Imagen de Excapres).
Muerte de Arce
(Imagen de Excapres).

Algunas obras mas.




Fotos de la visita a Excapres



MUSEO MARTE


ÉPOCA MODERNA.

Valero Lecha.



De origen modesto, se dedica en su niñez a tareas agrícolas en su tierra natal, sobre todo, luego de quedar huérfano de padre a los nueve años. Esto a su vez obligó a la familia a mudarse junto a su madre y hermanos a la casa de sus abuelos maternos. En este momento tiene oportunidad de recibir los mejores estudios académicos, pero los mismos estaban destinados solo a aspirantes a frailes, para lo cual no tenía vocación.

Durante este período, dado los pocos recursos con que contaba su familia, debió dedicarse a tareas que permitieran complementar sus ingresos, entre estas, aprendiz de albañil y pintor de rótulos comerciales.

En 1911, a la edad de 17 años, decide embarcarse en una aventura que lo llevaría a conocer Hispanoamérica. Inicia su travesía partiendo de Barcelona con destino a Buenos Aires, Argentina. Para subsistir se desempeñó en varios oficios: albañil, camarero, carpintero, dependiente, panadero, entre otros. No obstante, nunca olvidó su sueño, y asistió a una academia para ampliar sus conocimientos artísticos. Eventualmente la suerte le favorece, y logra colocarse como ayudante de escenografía en el importantísimo Teatro Colón de la misma ciudad.

Su calidad artística le permite ser contratado durante varios años como escenógrafo en La Habana por diferentes teatros y compañías con las que viajó. En 1916 se trasladó a México y trabajó como escenógrafo de teatro en la Compañía de doña Mercedes Navarro. En una gira que realizó dicha compañía por Centroamérica, conoció las ciudades de Guatemala y San Salvador, en 1920 llega Honduras, coincidiendo esto con la quiebra de la compañía por lo que deja en ese momento el oficio de pintor de telones. Permaneció en Honduras por cuatro años más, debiendo ganarse la vida durante ese tiempo como pintor de casas y profesor de clases privadas de dibujo. Una de sus alumnas, Elidia Martínez, se convierte en su esposa, el 6 de julio de 1924.

Al estallar la guerra en dicho país emigra junto a su esposa, hacia El Salvador, donde la pareja procrea a sus cinco hijos: Andrés (1927), Mario (1928), Rosario (1930), Margarita (1936) y Valero (1938).







Retrato de Ceferina

1959

Tapiz Conté sobre papel.



Retrato de Lecha.



MUSEO FORMA.

Julia Díaz.



Julia Díaz (Cojutepeque, 23 de mayo de 1917 - San Salvador, 22 de octubre de 1999) fue una pintora y fundadora de la primera galería de arte en El Salvador.
Fue alumna de Valero Lecha, pintor español radicado en El Salvador, y obtuvo una beca para realizar estudios en Europa, adonde recorrió Francia, Alemania, Holanda y Bélgica. Retornó a su país en el año 1953 y para 1954, desatendiendo el entorno desfavorable para la creación artística, fundó su propio estudio pictórico que se convertiría en centro de artistas e intelectuales, mientras ella pasaría a convertirse en una conocida promotora del arte.
Dicho estudio se transformó en la primera galería de arte salvadoreña en el año 1958 con el nombre de Galería Forma, ubicada en la calle Rubén Darío de San Salvador. Sin embargo, debido a un sismo del año 1965 el inmueble quedó destruido por lo que debió trasladarse a la colonia Providencia.
En 1982, Díaz, junto a varios admiradores de su obra, dieron nacimiento a la «Fundación Julia Díaz», ente dedicado a la promoción de las artes. Para el 1 de marzo de 1983 se inauguró el Museo Forma, el primero de su clase en El Salvador, que contenía su colección privada de pinturas de autores nacionales, la más importante del país. Nuevamente el proyecto de la pintora quedaría truncado por otro sismo, esta vez con el terremoto de 1986, por lo que la colección pasó a manos del Patronato Pro Patrimonio Cultural en las cercanías del Monumento al Divino Salvador del Mundo.
Julia Díaz pasó los últimos años de su vida aquejada por enfermedades, casi ciega, confinada a una silla de ruedas, y envuelta en pleitos patrimoniales. Falleció el año 1999. Sin embargo, el 2008 la fundación reabrió las puertas el Museo Forma en el mismo local del Patronato.
En vida la artista recibió una mención honorífica en la VI Bienal del Museo de Arte Moderno de São Paulo (1961), y sus lienzos, de acuerdo a Bernardo Cevallos: tratan sobre la maternidad, niños de escasos recursos algunos con rostros macabros, sobre todo los que pintó durante la década de los ochenta.


Hermanitos 
1959
Oleo sobre plywood.

Utensilios de Julia.

Autorretrato de Julia.
1962
Oleo sobre tela.


UCA.

Roberto Huezo.


Roberto Huezo es un ceramista, pintor, dibujante salvadoreño.
Durante la guerra Huezo fue un tremendo defensor de los derechos humanos muy allegado al pensamiento de los jesuitas; en ese entonces realizo diferentes dibujos que mostraban el suplicio del pueblo y el clamor por justicia, autor de los vitrales del via crucis en la capilla de la Universidad Centro Americana Jose Simeon Cañas (UCA).

Vitrales del Via Crusis. (14). 
















CATEDRAL.

Luis Lazo.


Su creencia religiosa con el catolicismo le llevo a realizar obras, en las que representa cada una de las estaciones de la pasión de Cristo; desde el inicio de aprehensión hasta cuando es sepultado.



















MUNA Y CIFCO.

Antonio Bonilla

Antonio Bonilla (San Salvador, n. 1954) es un pintor y muralista salvadoreño. Realizó estudios de Arquitectura en la Universidad de El Salvador, los cuales dejó inacabados para dedicarse a la pintura. Participó en las actividades de la comunidad artística La Masacuata, y también perteneció al grupo formado por Napoleón López, Ricardo Ramírez y Edmundo Valencia.
Su obra es ubicada dentro de las corrientes del expresionismo y surrealismo, con influencias del arte precolombino. Bonilla recurre de manera constante a la sátira, y se dice que sus creaciones producen «por primera vez en la historia del arte pictórico salvadoreño, un toque de irreverencia en su estilo, dentro del cual se refleja abiertamente una serie de tabúes, prejuicios y falsas moralidades que significan una burla al verdadero “salvadoreñismo”». De hecho, el año 1984 presentó una exposición en el Centro Cultural Tlaolli el cual marcó un punto de ruptura en la pintura salvadoreña ya que fue valiente y agresiva, con aguda crítica social llena de humor y burla.
Su formación es autodidacta, y hay quienes le apodan «el maestro del “feísmo” en El Salvador».Dos murales de su autoría se encuentran en el Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán, denominado 200 años de lucha por la emancipación en El Salvador (2011); y el otro en el Centro Internacional de Ferias y Convenciones, con el título Alegoría de la guerra civil y los Acuerdos de Paz (2012). Ambas creaciones se produjeron en el marco de la celebración del Bicentenario del Primer Grito de Independencia de Centroamérica y el veinte aniversario de los Acuerdos de Paz de Chapultepec, respectivamente.
















































































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